A los Pirineos también en agosto de 2018
La salida a los Pirineos de agosto pretendía unir el famoso Balnerio de Panticosa con Sallent de Gállego, para poder disfrutar de esos parajes tan bellos. El autobús nos dejó a las 7:30 junto al refugio de la Casa de Piedra y partimos en seguida para aprovechar el fresco de la mañana. “Refugio de Bachimaña: 1,55h” informaba el cartel que señalaba la dirección a tomar. El número de montañeras y montañeros que vemos en el camino, grande. Jóvenes la mayor parte.
Casi sin darnos cuenta, dejamos atrás la Cuesta del fraile y llegamos al ibón de Bachimaña. Más fácil de lo pensado. Mientras rodeábamos el ibón, estuvimos mirando dónde habríamos montado las tiendas en el primer campamento de los Pirineos de Iratxo (el Lagun berriak de entonces) y decidimos que sería al final del lago. ¡Cuántos recuerdos! ¡Y qué cantidad de años se han ido casi sin darnos cuenta! ¿42 ó 43? Hoy no estamos aquí más que dos de las/los alrededor de treinta de aquel campamento.
Hemos llegado al primer Azul sumidos en los recuerdos y tomamos tiempo para echar un bocado y hacer fotos. Dejamos atrás también el azul Superior y con los Infiernos a nuestra izquierda (alguien aseguró que volvería algún día), vemos a nuestros pies el ibón de Tebarray hacia las 11:00.
Al llegar al collado, siete de nosotros se dirigen a la cima de Tebatrray (1900m) y otros cuatro empezamos a descender, con cuidado, con la ayuda del cable. Desde ese punto, camino cómodo y paisaje verde, cubierto ricas praderas. Nos refrescamos con un trago de agua junto al ibón de Llena Cantal mientras contemplamos el Bataitous y continuamos el descenso. Allá abajo, aparentemente cerca, el tejado rojo del refugio de Respomuso. La sorpresa ha llegado un poco más abajo cuando un cartel, medio en broma, nos ha hecho saber que el refugio está a hora y media. Pero no se trataba de una broma. Y como el camino nos estaba resultando corto, hemos perdido las marcas blanquirrojas de la GR11 y hemos tenido que retroceder. Al volver al sendero, GR vemos a los/las siete que habían ascendido al Tebarray y todas y todos juntos recorremos por la orilla del lago Respomuso el trayecto que nos queda hasta el refugio.
Los bocatas, unos buenos tragos de la bota, terminamos entre toda la tropa (costó lo suyo) la tortilla que Iñaki padre había preparado “ayer en un momento”, el cafecito consabido y a afrontar la última etapa. Mikel, en buena ley, no ha perdido el tiempo y se ha echado su cabezadita al calor del sol. ¿Hasta el embalse de La Sarra o hasta Sallent? Esperanza de que el autobús llegue hasta el embalse. Pero, no. Imposible ponernos en contacto por teléfono y … andando a Sallent. En el pueblo nos esperan los y las montañeras que desde Panticosa han subido a los ibones. Dicen que se lo han pasado estupendamente. Compartimos el abundante y rico picoteo en un pequeño parque junto al río, al autobús y a casa. ¡Ah! Previamente nos hicimos la foto de grupo. La gente contenta porque se lo habían pasado bien. Que volverán de nuevo. Así sea.
FOTOS de Luis Sagardoy