Hola, montañero/a:
Ha llegado la hora de decir adiós a 2020; se nos ha ido este año tan especial. ¡¡Por fin!! No. No vamos a responsabilizarle al año de nada malo. Ha sido como ha sido y ¡vale! Lo tenemos asumido.
Se nos han fastidiado la mayoría de las intenciones y los planes que teníamos. Las y los montañeros “de siempre” hemos dejado de lado las actividades y salidas organizadas y hemos mantenido nuestra afición en grupos muy reducidos. O casi en solitario. La verdad que ha sido triste. Pero, aunque parezca mentira, nuestros montes y hermosos rincones han estado a tope: familias enteras, chicas y chicos jóvenes, gente madura… Como si la afición al monte hubiese resucitado súbitamente. ¡Qué alegría! ¡Bienvenidos nuevos y nuevas montañeras!
La duda, si habrán empezado a subir al monte más huyendo de la ciudad que atendiendo a la llamada de la naturaleza. ¡Da lo mismo! Seguro que más de uno/a se ha dado cuenta de la felicidad tan inmensa que se siente al disfrutar de los parajes tan hermosos que tenemos ahí cerca. “¡Qué bonito!” le sale del alma, más de una vez, a alguien que conocemos.
Y una simple petición: que tanto los montañeros/as “de siempre” como los nuevos/as tenemos que hacer un esfuerzo especial, para preservar tal cual, tanta belleza, para dejarle desarrollar su tarea a la naturaleza.
¡Y ahora el cohete! ¡BIEN VENIDO 2021! Que seamos felices y a ver si tenemos oportunidad de preparar nuevos planes (al menos unos pocos) y llevarlos a cabo en amistad. ¡Ojalá el monte nos dé la posibilidad de juntarnos! ¡Hasta la vista! Un abrazo.
IRATXOKO MENDI TALDEA